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Semilla Negra – Programa 41: ¿Viene el reggae de África?

Semilla Negra – Programa 41: ¿Viene el reggae de África?
Banderas africanas en la portada de Survival, de Bob Marley.
Banderas africanas en la portada de Survival, de Bob Marley.
Carlos-fuentes

Carlos Fuentes

Periodista especializado en músicas de África

La historia de la música reggae en África tiene algunos hitos incuestionables: en abril de 1980 Bob Marley visitó Zimbabue para ofrecer un concierto en el día de la independencia nacional. Dos años antes, el cantante jamaicano, el primer gran héroe musical surgido del tercer mundo, había publicado el disco Survival. Un canto militante por la unidad y la solidaridad panafricana que incluye himnos como Africa unite y Zimbabwe. Y a los dos años de su recital en Harare, ya en 1982, un músico marfileño publicó su primer disco grande. Seydou Koné, que ya se hacía llamar Alpha Blondy, editó Jah Glory. El álbum incluye la canción Brigadier Sabari, quizá pieza fundacional del reggae africano. Desde entonces, esta música afro-caribeña se ha extendido en la práctica totalidad de los países de África. Desde Nigeria, donde ya funcionaba una escena nacional a finales de los años 70, a Sudáfrica pasando por Costa de Marfil, Etiopía o Malawi. Semilla Negra, el programa musical del Blog África Vive, suena hoy a reggae africano.

Banderas africanas en la portada de 'Survival', disco que Bob Marley editó en 1979
Banderas africanas en la portada de 'Survival', disco que Bob Marley editó en 1979

La aparición del reggae en África aportó otro vehículo de expresión para la ola de reivindicaciones políticas, sociales y económicas en las grandes ciudades del continente. Eran muchos los ciudadanos, sobre todo los más jóvenes, que demandaban mejores servicios, más oportunidades y menos corrupción. En un terreno abonado a la movilización social, el reggae surgió como un estruendoso altavoz contra las injusticias. No sorprende que varios de los primeros espadas del reggae africano tengan un perfil político activo y, en algunos casos, hayan sufrido problemas de seguridad. “La música puede contribuir a unir a la gente y sensibilizar al pueblo y a sus políticos sobre los problemas de África. Proclamo la abolición de las guerras, como ya se eliminó la esclavitud, para aportar una nueva dimensión a la evolución de la raza humana”, sostiene Alpha Blondy.

Por este camino, el reggae también ha jugado un papel crucial en África, donde sus artistas son seguidos por aficionados de todas las razas. No se trata de un fenómeno nuevo. Ya en Sudáfrica, durante los años del régimen racista del apartheid, el reggae sudafricano fue una de las escasas zonas de convivencia para algunos miembros de las comunidades negra y blanca, en especial en los barrios de Ciudad del Cabo. Aunque fue un hijo de Mpumalanga, la región que hace frontera con Mozambique, el que se convirtió en el rey del reggae en el sur de África. Entre 1981 y 2007, Lucky Dube entregó una veintena de discos con una mezcla calurosa de pop zulú y aromas reggae. Sus canciones, escritas en zulú, inglés y afrikáans, lograron popularidad inmediata en el público local y, ya en la recta final de su carrera, obtuvo cierto reconocimiento internacional. La muerte de Lucky Dube, asesinado a tiros en 2008 en un intento de secuestro en Johanesburgo, marcó el epitafio de la edad de oro del reggae en Sudáfrica.

Otra escena musical africana con notable vinculación con el reggae se localiza en Malaui, pequeño país repleto de historias legendarias vinculadas al doctor Livingstone y al explorador Stanley. Enclavado entre Tanzania, Mozambique y Zambia bajo el lema “el corazón cálido de África”, Malaui alberga figuras de referencia en el reggae africano como Robert Fumulani, líder fundador de la orquesta Likhubula River, cuya música afro-malauí combina elementos de rock, reggae y funk con marcadas influencias de la música kwela sudafricana. Tres de sus cinco hijos fundaron luego el grupo Black Missionaires junto a otro joven protagonista de la escena musical reggae de Malaui. El rastafari malauí Evison Matafale lideró la voz de Black Missionaires hasta su muerte en 2001 después de sufrir malos tratos en una comisaría de policía. Pero con su desaparición no acabó la mala suerte en el grupo pionero del reggae en Malaui: su sucesor ante el micrófono, Musamude, falleció seis años después a causa de la tuberculosis. La imagen de Evison Matafale, que en vida llegó a escribir una serie de cartas abiertas al presidente de Malaui para denunciar la discriminación de las clases menos favorecidas, fue reparada hace dos años con la medalla nacional.

En estos últimos tiempos, además del proyecto reggae de Youssou N´Dour que ya escuchamos en el capítulo monográfico dedicado al león de Dakar, hay dos zonas que concitan el interés del reggae en el continente negro: Costa de Marfil y Etiopía. En el país del cuerno de África, proyectos de vanguardia como Dub Colossus han logrado plasmar tres décadas de trayectoria del reggae en África con arreglos musicales contemporáneos. Creado en 2008 por Nick Page, que ya trabajó con Transglobal Underground, el proyecto Dub Colossus reúne a los etíopes Samuel Yirga, Teremage Woretaw, Sintayehu “Mimi” Zenebe, Feleke Hailu y Tsedenia Gebremarkos. Fichados por la discográfica británica Real World Records, el grupo etíope ha editado hasta ahora los discos A town called Addis (2008), Addis through the looking glass (2011) y Dub me tender (2012).

 Actuación de Alpha Blondy en el Gran Concierto África Vive 2010

Aunque si hay un país de referencia para el reggae africano, Costa de Marfil es el elegido. Marfileños son la primera estrella de esta música en el continente y uno de sus legítimos sucesores. De Alpha Blondy queda poco por decir, músico de largo recorrido, aún ofrece giras internacionales, a la vez que mantiene una producción discográfica sin interrupciones. Autor de más de veinte discos con puro reggae africano, Alpha Blondy combina al tiempo la cara más popular de la música de los rastas africanos y un pedigrí revolucionario conquistado en los años de conflictos sociales y armados en Costa de Marfil. En ese escenario de inestabilidad recurrente nació también uno de los aspirantes al trono de estrella del reggae africano. Solo hay que ver la pasión que generan las canciones de Tiken Jah Fakoly en buena parte de la colonia emigrante africana en Europa y Estados Unidos. De verdadero nombre Doumbia Moussa Fakoly, nacido hace 44 años en la lejana ciudad norteña de Odienné, Tiken Jah Fakoly desarrolla una carrera a nivel internacional mientras en los países africanos su música de revolución concita el interés de los más jóvenes. Exiliado por causa mayor en el vecino Mali y declarado persona no grata por el anterior gobierno de Senegal, el cantante marfileño se ha convertido en el último portavoz del panafricanismo, mensajes que han calado en discos como Françafrique, Africa wants to be free, Le caméléon y Listen to the banned, un colectivo con cantantes prohibidos.

Imagen del músico marfileño Alpha Blondy
Imagen del músico marfileño Alpha Blondy

Nuestra lista musical dedicada al reggae africano, además de rescatar las dos canciones que Bob Marley escribió por África en su disco Survival, arranca con la referencia indiscutible del reggae en el continente negro. En Journalistes en danger Alpha Blondy denuncia la falta de libertad de información en los países africanos a raíz del asesinato de un periodista. Hoy Tiken Jah Fakoly alienta la unión de los africanos en títulos como Françafrique, mientras que la música de Dub Colossus indaga en la electrónica arrimada al campo tradicional reggae de Etiopía. El joven nigeriano Mr. Raggamufin es una de las caras más conocidas del estilo homónimo en África, situación que Robert Fumulani y Evison Matafale ostentaron durante varios años en su natal Malaui. El reggae de Uganda suena con tres de sus principales representantes: Eclas Kawalya, Gerald Kaboggoza y Chrizestim Ssebuziba. Y nuestro retrato de la escena malauí de reggae fluye desde los pioneros Kachamba Brothers, que ya facturaban un reggae primitivo con actuaciones callejeras a finales de los años 60, al guitarrista Joseph Tembo y el desgraciado cantante Evison Matafale. Finalizamos esta excursión por el reggae africano con tres músicos que participan en el colectivo African reggae, disco de Putumayo como fácil introducción popular al sonido reggae en África.

Carlos Fuentes es el autor de Semilla Negra. Periodista y crítico musical, durante las últimas dos décadas ha publicado artículos, entrevistas y reportajes sobre las músicas africanas en periódicos nacionales y en revistas especializadas como Rockdelux o Serie B.

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