Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

La mirada de un niño inocente al África agitada de los años 70

La mirada de un niño inocente al África agitada de los años 70
Alain Mabanckou es uno de los escritores francófonos más reconocidos a nivel internacional
Alain Mabanckou es uno de los escritores francófonos más reconocidos a nivel internacional

Johari Gautier Carmona

Escritor y periodista franco-español experto en literaturas africanas
Alain Mabanckou es uno de los escritores francófonos más reconocidos a nivel internacional
Alain Mabanckou es uno de los escritores francófonos más reconocidos a nivel internacional. Imagen:  Yaffa Phillips

Por Johari Gautier. El continente africano supera lentamente los años convulsos advenidos después de las independencias. Este periodo que abarca las décadas del 70 y 80 queda en las memorias como una mancha indeleble sobre la cual la literatura urdirá todo tipo de narraciones.

Entre los esperpentos deplorables que ha producido la política mundial en el último siglo, posiblemente se pueda destacar a Idi Amin Dada como ejemplo. El tercer presidente de Uganda, quien dirigió a su país al abismo en nada menos que ocho años (1971-1979), no tembló a la hora de destruir los sueños de emancipación.

Las muertes de más de 300.000 personas, una serie de medidas económicas devastadoras (como la expulsión masiva de asiáticos, predominantemente indios), escándalos abiertos con occidente e Israel (como la autorización de aterrizar a un avión secuestrado por miembros de liberación de Palestina y el consecuente secuestro de unos ciudadanos hebreos), aisló la joven nación ugandesa en un oscuro delirio decadente de inconformidad y odio.

Y si de entrada nos referimos a Amin Dada es porque Michel, el protagonista y narrador de Mañana cumpliré 20 años, reconocida novela de Alain Mabanckou, lo presenta desde lo alto de sus diez años –que le otorgan la más creíble lucidez– como «un monstruo más malvado que un dragón».

La historia de Amin Dada no deja indiferente a nadie, ni siquiera a un joven alejado de la actualidad de un continente enquistado en las luchas violentas. La trayectoria del dictador ugandés es el paroxismo del arribismo más sanguinario: oficial que supo ganarse hábilmente el apoyo de las potencias injerencistas (tanto occidentales como de la Unión Soviética), trepó los escalones del poder hasta lograr dirigir durante unos años la Organización para la Unidad Africana, ante la mirada sorprendida y confabuladora de toda la comunidad internacional. Pero lo más increíble de todo, es que tras su caída y huida lo acogiera un país como Arabia Saudita permitiéndole terminar sus días tranquilamente en el exilio. El estado saudita le pagó, por cierto, un subsidio que, entre otras cosas, le permitió vivir durante muchos años en las dos últimas plantas del hotel Novotel en Yeda. En 2003, Amin Dada fallecía a los 78 años.

Ante ese exilio tranquilo, la indignación de Michel es un eufemismo. «Arabia Saudita ha dado a ese criminal una casita tranquila con gente que le prepara la comida mientras quienes nunca han matado más de trescientas mil personas están muriéndose de hambre en nuestro continente. ¿Es normal eso?», reflexiona el joven mientras su tío René le detalla las últimas noticias escuchadas en la radio.

Pero eso no es todo. La actualidad turbulenta de los años 70 y 80 –aquellos años en los que la desilusión de las independencias se hizo demasiado grande– reserva muchas otras sorpresas que a los ojos de un niño solo pueden concebirse como enormes e incomprensibles imágenes absurdas.

 

Así es como Michel –y nosotros, lectores–  descubrimos el caso de Bokassa, un militar nacido en Centroáfrica que combatió con las fuerzas armadas francesas durante la Segunda Guerra Mundial hasta ser condecorado con la Legión de Honor. Tras dejar el ejército francés en 1964 asumió el rango de coronel y jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas de su recién nacido país. La confianza de su primo, el presidente David Dacko, fue irónicamente lo que le permitió hacerse con el control de todo. «Bokassa le dio muy pronto vuelta a la cosa, tomó la situación en sus manos y, al final, fue él quien acabó presidente de la República aunque no fuera él quien hubiese calculado al principio ese golpe de Estado. De modo que dio un golpe de Estado en un golpe de Estado”, comenta el joven Michel antes de agregar genuinamente: «Por eso papá Roger me recuerda que nuestros malvados enemigos están a veces en nuestra propia familia».

El caso de Bokassa es el espejismo de un África que se busca y no se encuentra, o dicho de otro modo: una espiral de convulsiones trágicas (tanto para el pueblo centroafricano como todos los que en la distancia desean un levantamiento progresivo del continente). Animado quizás por una carrera mantenida con el excéntrico Amin Dada, Jean Bedel Bokassa se otorgó él mismo los más prestigiosos títulos y, después de afianzar su relación con Libia, convirtió su país en una monarquía. Su coronación como emperador en una ceremonia multitudinaria e inexplicablemente onerosa queda en los anales de las extravagancias nefastas de los primeros años de la independencia.

'Mañana cumpliré 20 años' forma parte de la Colección de Literatura Casa África.
'Mañana cumpliré 20 años' forma parte de la Colección de Literatura Casa África.

La caída de Bokassa fue tan intempestiva como su subida al poder. En su huida a Costa de Marfil, el emperador depuesto por su primo Dacko –esta vez una traición intrafamiliar con aires de venganza– vio cómo las puertas de los que le habían apoyado iban cerrándose a su alrededor, y al mismo tiempo arrastró consigo a muchos de los que habían tratado con él. El presidente francés Giscard d´Estaing, quien recibió de su parte unos famosos diamantes que indignaron a la opinión pública francesa, fue severamente criticado por mantener lazos demasiado cercanos con el dictador.

Pero, ¿cómo interpretar estos sucesos cuando apenas se aprende a vivir? ¿Cómo entender la naturaleza de la humanidad cuando apenas se descubre las primeras grandes emociones que brinda la vida? Todos estos acontecimientos políticos resuenan con extrañeza en la cabeza de un joven que se inicia en el complejo juego del amor y que, además, se entera de las grandes noticias internacionales por medio de su tío René: un comunista acomodado, más pragmático que dogmático.

La mirada inocente de Michel marca desde el principio la tonalidad desenfadada y risueña de un relato repleto de contradicciones (nacidas justamente de esas incoherencias que proporciona la vida y el África de aquellos años): «Mi tío afirma que es comunista. Por lo general los comunistas son gente sencilla, no tienen televisión, teléfono, electricidad, agua caliente, aire acondicionado, y no cambian de coche cada seis meses, como el tío René. Así pues ahora sé que se puede ser comunista y rico», explica Michel.

Y en medio de esas reflexiones, siempre están presentes Caroline –una hermosa muchacha que se muestra interesada por Michel, pero que no termina de decidirse– y los versos de Arthur Rimbaud y Georges Brassens. Estos pilares de la cultura francófona son, sorpresivamente, los que dan ritmo a los encuentros platónicos de ambos jóvenes, revelando la importancia de la aculturación francesa.

A todo esto debe también sumarse el descubrimiento de esas grandes creencias y temores en torno a la esterilidad que habitan el día a día en muchos sectores de las poblaciones africanas. No poder engendrar hijos es quizás una de las mayores calamidades para una mujer en África. Michel lo descubre por sorpresa, escuchando las conversaciones nocturnas de sus padres, y se entera, muy a su pesar y por culpa de un brujo demasiado popular, que él es muy probablemente la clave (o la llave) del asunto.

Son demasiadas responsabilidades, demasiadas preocupaciones e injusticias para un niño de 10 años que apenas está conociendo las realidades ocultas detrás del amor y la amistad. Sin embargo, su capacidad para soñar y creer en el futuro hace de Mañana cumpliré 20 años una lectura memorable.

Johari Gautier Carmona (1979) es un escritor y periodista franco-español nacido en París (Francia). Actualmente reside en Valledupar (Colombia), tras haber vivido en Barcelona (España) y Derby (Inglaterra). Es autor de las obras El Rey del mambo (Ediciones Irreverentes, 2009), Cuentos históricos del pueblo africano (Editorial Almuzara, 2010) y Del sueño y sus pesadillas (Atmósfera Literaria, 2015).

[box]Si estás interesado en la obra de Alain Mabanckou, la Mediateca Casa África dispone de varios títulos suyos disponibles para préstamo en español, francés e inglés.[/box]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *