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África en busca de su propio megamuseo

África en busca de su propio megamuseo
Un nuevo museo de arte contemporáneo en Ciudad del Cabo expondrá la Zeitz Collection
Un nuevo museo de arte contemporáneo en Ciudad del Cabo expondrá la Zeitz Collection
Un nuevo museo de arte contemporáneo en Ciudad del Cabo expondrá la Zeitz Collection
Un nuevo museo de arte contemporáneo en Ciudad del Cabo expondrá la Zeitz Collection

Las palomas que revolotean sobre el silo de trigo abandonado en el puerto de Ciudad del Cabo han recibido una noticia: esta histórica construcción situada en la zona industrial sudoeste del V&A Waterfront pronto será ocupada por un nuevo museo privado de arte contemporáneo valorado en 35 millones de euros. El nuevo museo ocupará 9.500 metros cuadrados distribuidos en nueve plantas de este silo de trigo abandonado que fue construido en 1921. Casi dos tercios del nuevo edificio se usará para exposiciones.

«Nos pondremos al mismo nivel que otros grandes museos del mundo», declaró el nuevo director ejecutivo de Zeitz MOCAA, Mark Coetzee, en el acto de inauguración celebrado el pasado 19 de noviembre. «No solo nos permite importar la cultura, sino también realizar proyectos que podemos transmitir al exterior».

Esta nueva institución sin ánimo de lucro es más una aventura táctica que una filantrópica. Entre otras cosas, permitirá a los propietarios del V&A Waterfront (Growthpoint Properties y el Fondo Sudafricano de Pensiones de Empleados del Gobierno) establecer un pasillo ininterrumpido entre sus mercancías minoristas y otras propiedades, además de la rápida expansión del distrito financiero de la ciudad. La cultura será el punto clave del nuevo Distrito del Silo.

«Observamos diferentes museos de todo el mundo y cómo aunaban esfuerzos, para lo que se necesita un edificio, una colección, unos administradores y un fondo de dotación que financie todo esto», declaró el director ejecutivo de Waterfront, David Green, para el periódico sudafricano Mail & Guardian.

Después de revisar docenas de propuestas para rehabilitar el silo de trigo desde que quedó en desuso en 2001, la dirección del V&A Waterfront ha apostado por una alianza estratégica con el empresario y coleccionista de arte alemán Jochen Zeitz. Al ceder los derechos de propietario a Zeitz, Waterfront tendrá acceso a una joven colección de arte recopilada por un empresario que ha estado en contacto con el mundo.

Zeitz, hombre elegante, de 50 años y con barba marrón rojiza canosa y nariz puntiaguda, ganó experiencia en los negocios como ayudante de dirección en la oficina de Nueva York de Colgate-Palmolive a final de los 80, un periodo en el que ampulosos pintores neoexpresionistas como David Salle o Julian Schnabel eran los niños bonitos de la ciudad. En 1993, Zeitz asumió la dirección de la marca deportiva Puma, lo que marcó el inicio de un periodo de mercado dinámico e innovador. Asimismo, esto supuso que la debilitada empresa tuviera una década de grandes beneficios.

Puma creó una equipación sin mangas para la selección de fútbol de Camerún que, posteriormente, la FIFA prohibió. Zeitz viajó por primera vez a África en 1989, concretamente a Kenia. Allí adquirió el trabajo de Isaac Julien, cineasta y artista visual nacido en Londres y con descendencia de India occidental. Así fue como comenzó su actual interés por los artistas africanos y de la diáspora. Zeitz tomó la fuerte decisión de crear una colección de arte propia lo más representativa posible. «Vi una gran oportunidad de contribuir en algo relevante a nivel cultural; y eso es lo que, en el fondo, hace que me comprometa con la colección y así, alcance el suficiente nivel para ser la basa de un museo importante», comenta Zeitz.

A pesar de no ser un accionista del nuevo museo, Zeitz ha acordado destinar su colección de arte africano a la nueva institución para siempre. También se hará cargo de los gastos de funcionamiento del museo, así como proporcionar un presupuesto para adquisiciones de manera reservada.

Zeitz MOCAA no es el primer museo de arte contemporáneo privado de Ciudad del Cabo. El coleccionista Piet Viljoen recibió el reconocimiento el año pasado cuando inauguró el museo New Church, donde expone su colección de arte sudafricano. Sin embargo, no es el único coleccionista ambicioso de arte contemporáneo africano que compite contra Zeitz. Hay otras figuras importantes como el empresario congoleño Sindika Dokolo, el ilustre personaje de los medios de comunicación nigeriano Nduka Obaigbena, el magnate de las telecomunicaciones egipcio Naguib Sawiris, el empresario emprendedor sudafricano Gordon Schachat y el gestor de activos beninés Lionel Zinsou, que creó una fundación y museo privado de arte en Cotonú en 2005.

A diferencia de la sumamente conocida Colección de Arte Africano Contemporáneo del coleccionista francés Jean Pigozzi, la Colección Zeitz muestra una cara más cosmopolita del continente africano. Coetzee es un artista nacido en Ciudad del Cabo y cuyo trabajo fue dos veces censurado en exposiciones locales a finales de los 90, antes de trasladarse a Miami en el año 2000 para dirigir la Rubell Family Collection. Gracias al consejo de Coetzee, la colección incluye trabajos del pintor británico Chris Ofili, ganador del Premio Turner, del artista multimedia zimbabuense Kudzanai Chiurai, de los pintores norteamericanos Kehinde Wiley y Glenn Ligon, cuyos trabajos fueron recibidos por el presidente Barack Obama en la Casa Blanca, de la pintora sudafricana residente en los Países Bajos Marlene Dumas, así como de la escultora keniata Wangechi Mutu y de la pintora etíope Julie Mehretu, ambas residentes en Estados Unidos. Realmente, se trata de una caja de sorpresas llena de nombres muy conocidos y apuestas seguras.

MarkCoetzee
Mark Coetzee es el nuevo director ejecutivo del Zeitz MOCAA

Sin embargo, para Nandipha Mntambo, una artista de Suazilandia por la que la Zeitz Collection ha mostrado un gran interés, todos estos artistas ya estaban bien posicionados antes de que Zeitz los contratara. Pero aún es pronto para opinar sobre esta colección tan publicitada y con tantas expectativas y que ha beneficiado a tantos artistas.

En junio del año pasado, Zeitz visitó la Bienal de Venecia acompañado por Coetzee, un señor corpulento con melena rubia y ojos pequeños. Allí, adquirió la excéntrica pero bonita instalación fotográfica de Edson Chagas, reportero gráfico angoleño que expuso por primera vez en el pabellón de Angola y que resultó ganador del codiciado León de Oro. En 2011, un año antes de dimitir en Puma, Zeitz también estuvo en Venecia, donde compró una escultura de grandes dimensiones de caucho y listón que representa una criatura alada, obra del escultor Nicholas Hlobo.

«No solo estamos interesados en juntar una estupenda colección que podrá estar expuesta al público aquí, sino también conseguir las obras fundamentales más importantes, las instalaciones y reflejar las situaciones que están ocurriendo ahora mismo y, así, garantizar todo ello para Ciudad del Cabo», anunció Coetzee en el acto de inauguración celebrado en un nuevo pabellón provisional cerca de Bascule Bridge.

Las noticias sobre el propuesto Zeitz MOCAA son optimistas.

«El proyecto trata de visión y voluntad, así como de sostenibilidad para el futuro, elementos que, por desgracia, escasean en los museos públicos de Sudáfrica. En estos museos, la creatividad y la transparencia no son posibles por la falta de dinero, por la burocracia, por la autocensura y por el deseo de contentar al Gobierno», declaró Marilyn Martin, antigua directora de la Galería Nacional de Sudáfrica.

A principio de los 90, durante la primera década de su larga dirección en el poco rentable museo público, Martin se involucró en una propuesta para crear un espacio público de arte contemporáneo en Ciudad del Cabo. Más tarde, también se volcó en un proyecto diferente para transformar la central eléctrica de Athlone en una galería de arte, junto con el juez Albie Sachs que estaba interesado en ello y con la arquitecta Vanessa Septembre. Ninguno de estos dos proyectos llegó a buen puerto. Martin creía que el nuevo museo provocaría una «reacción en cadena» que beneficiaría a toda la industria artística.

Le pregunté a Zeitz si su origen como europeo blanco que a veces reside en África no podría repercutir en las impresiones sobre la colección del nuevo museo. «Creo en la diversidad», respondió Zeitz, que, curiosamente, pagó a principios de este año más de 180.000 euros en una subasta por el biplano amarillo Gipsy Moth utilizado en la estereotipada película  Memorias de África, estrenada en 1985. «Mi vida se ha construido con base en las amistades, el compañerismo, el sentimiento cultural y los viajes por todo el mundo».

La pregunta, que despierta curiosidad, no es presuntuosa ni fuera de lugar, especialmente si tenemos en cuenta el notable empeño que ha puesto Zeitz en destacar el tema racial y su visibilidad en el mundo del arte. En 2008, Zeitz, junto con Coetzee y la Rubell Family Collection, organizó una exposición de 31 artistas afroamericanos. La exposición, que aún está de gira por EE.UU., se titulaba 30 Americanos y son algunos de los artistas que ahora exponen en su colección.

En la presentación del Zeitz MOCAA en Ciudad del Cabo, Zeitz declaró ante el público allí reunido que esta era la «primera exposición afroamericana más importante de los Estados Unidos». Sin embargo, la historia nos cuenta otra cosa. En 1965, un grupo de artistas afroamericanos de Nueva York organizó la exposición pionera First Group Showing. Más tarde, en 1987, la Academia de Bellas Artes de Pennsylvania presentó Hidden Heritage, una gran exposición de arte afroamericano desde 1800 hasta 1950. En resumen, se trata de una tergiversación de la realidad sin importancia. Una realidad que, aún así, señala la necesidad de lucidez y valentía para entrar en el mundo cultural de la era de los megamuseos con retraso.

Sean O’Toole es escritor y coeditor en CityScapes, una revista crítica sobre población urbana. Vive en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

[box]Este artículo se publicó por primera vez en inglés en el periódico sudafricano Mail & Guardian el 13 de diciembre de 2013 y ha sido traducido al español por Casa África en colaboración con el magazine digital Contemporary And.[/box]

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