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África occidental, líder en moda sostenible

África occidental, líder en moda sostenible

Las marcas de moda rápida inundan periódicamente las tiendas de todo el mundo con sus últimas colecciones. La constante producción en masa de tales cantidades de prendas suscita cada vez más malestar por su irresponsabilidad social: esta moda genera excedentes y residuos que dañan el medioambiente; asimismo, dado que necesita de nuevos estilos, la capacidad creativa de los diseñadores mengua, en una industria que depende de ella para ser próspera.

Leer más: La moda ultrarrápida es una tendencia preocupante que obstaculiza las iniciativas dirigidas a hacer una industria más sostenible (disponible en inglés)

Por moda sostenible se entiende la ropa que se produce y que se utiliza de manera responsable desde un punto de vista social. No obstante, las conversaciones en torno a este fenómeno se han venido centrado, fundamentalmente, en las industrias de la moda occidentales y asiáticas. África solo se percibe como el vertedero de las toneladas de ropa desechable y de segunda mano que fabrican las marcas de moda rápida. Mi investigación salva esta brecha al mostrar cómo realizan su trabajo los diseñadores de África occidental.

A diferencia de la ropa prêt-à-porter (‘lista para llevar’), producida en masa por las empresas de la moda, la costura se hace a medida. Los diseñadores de moda de África occidental confeccionan lo que he llamado “ropa prêt-à-porter personalizada”, esto es, un modelo de prendas de edición limitada listas para llevar que crea, en volúmenes equilibrados, las últimas tendencias.

Se trata de un modelo de moda sostenible que favorece un mayor espacio para la creatividad y la innovación y que utiliza técnicas de lavado respetuosas con el medio ambiente para que las prendas duren más.

Moda prêt-à-porter personalizada

La moda africana ha cosechado reconocimiento mundial gracias a la creatividad de los actuales diseñadores. A pesar de ello, muy poco se conoce sobre la manera en que su estrategia de producción contribuye a la moda sostenible.

Los diseñadores africanos suelen enfrentarse a retos de corte económico, social y político que limitan la producción y la eficiencia en el sector. Aun así, muchos de los diseñadores de mi estudio sobre la situación en África occidental le han dado la vuelta a estos desafíos: aunque el mercado limita las posibilidades de aumentar la producción, este facilita, en efecto, las prácticas innovadoras de moda sostenible.

Sin embargo, la contribución de África a la moda sostenible no solo viene determinada por lo que el mercado no permite. Según expongo en mi estudio, los diseñadores también se guían por el contexto sociocultural del consumo de moda en las ciudades donde viven, sacando provecho de esta cultura y nutriéndola.

Lo que descubrí es que entre los factores que definen el consumo de moda en África occidental se encuentran la necesidad de producir prendas que reivindiquen una posición socioeconómica (exclusividad), la capacidad de realizar diseños que no se pueden replicar con facilidad (distinción) y la creatividad para proyectar en las prendas la personalidad de cada cliente (identidad). Si bien estas necesidades pueden satisfacerse con una producción a medida, resulta complicado aplicarlas al tipo de producción en masa de ropa prêt-à-porter de las marcas occidentales. Ello no ocurre con el modelo de moda prêt-à-porter personalizada de África occidental.

Los diseñadores de esta parte del continente ofrecen una variedad mucho más amplia de diseños creativos en comparación con los diseños homogeneizados de las marcas de moda rápida. La mayoría lanza colecciones solo dos veces al año ―en verano y en invierno―, en lugar de cada dos semanas, tal y como hacen las marcas. Al producir colecciones con menos frecuencia, los diseñadores pueden dedicarse a crear diseños innovadores.

Exclusividad, distinción e identidad

Para conjugar la exclusividad con precios asequibles, muchos diseñadores utilizan telas africanas baratas con estampados de cera a máquina y las diseñan con patrones llamativos para lograr una moda de lujo de calidad. Algunos combinan tejidos de prestigio entre la sociedad con otros que no tienen tanto valor. Por ejemplo, el estampado de cera se combina con tejidos exclusivos como el aso-oke y el kente ―paños tejidos a mano― o con encajes u otras telas de importación.

La confección de diseños únicos suele exigir retocar estilos populares, lo que se traduce en diferentes estilos de manga y de cuello o en el uso de apliques o accesorios. Laurie, una de las personas participantes en el estudio, explica que, al vender su colección a diferentes tiendas del mundo, “tienes al menos tres tamaños…, y luego tal vez dos [estilos] para cada uno”. Por tanto, en una tienda, puede vender dos unidades de un diseño en los cuatro tamaños que confecciona, lo que da ocho variaciones de un mismo diseño. De las cuarenta o cincuenta unidades que suministra a una tienda, presenta cinco o seis diseños únicos.

La mayoría de diseñadores hace hincapié en la necesidad de que los productos reflejen la personalidad. Algunos lo hacen dirigiéndose a un público destinatario particular, como mujeres empresarias, hombres de negocios o líderes religiosos. Por ejemplo, Naa, diseñadora ghanesa, proyecta su personalidad en lo que hace para crear algo “que a Naa le gustaría llevar”. Antes de hacer una colección, confecciona algunos modelos para ella misma basándose en la tendencia del momento para ver cómo responde el mercado. Los estilos que más furor causan son los que finalmente acaban conformando la colección.

Más duradera y sostenible

Al integrar la perspectiva de las necesidades socioeconómicas del consumidor en el proceso de producción, los diseñadores ofrecen unos productos más personalizados que establecen un vínculo emocional con los usuarios. Por eso, a uno le resulta difícil desprenderse de ellos y se guardan durante más tiempo, lo que alarga la vida útil de la moda de África occidental.

El hecho de que la venta de cada colección dure más también evita que se amontonen unidades que no se han vendido.

Los métodos tradicionales de cuidado y lavado de la ropa no solo la conservan, sino que también protegen el medio ambiente. El lavado a mano es una práctica antigua considerada como la mejor por los diseñadores, pues conserva las prendas de confección local. Estos enseñan a sus clientes cómo cuidarlas mediante la ventilación y el lavado a mano. Con ello se reduce la frecuencia de los lavados y se protege el medioambiente de grandes emisiones de dióxido de carbono y de la contaminación a causa de los tintes.

Leer más: Fallece Maman Creppy, la reina de los tejidos: el legado de la última de las míticas comerciantes de telas con estampados de cera en África occidental (disponible en inglés)

La longevidad y la exclusividad de la ropa ofrece una gran alternativa a la ropa importada de segunda mano que con frecuencia se amontona en vertederos. (Dicho esto, el mercado del textil en África occidental carece de un sistema bien estructurado para la compraventa de prendas de segunda mano de confección local. Con ello se lograría una distribución equitativa de prendas de calidad entre personas de diferentes contextos socioeconómicos).

En última instancia, el reciclaje o la valorización son soluciones reactivas a problemas ocasionados por la moda rápida. La producción personalizada prêt-à-porter, por otro lado, es una forma proactiva de remediar las prácticas insostenibles del sector de la moda.

Artículo redactado por Adwoa Owusuaa Bobie y publicado en inglés en The Conversation el 16 de abril de 2024. Traducción de Eduard Galán Sanjuán.

Imagen de la autora del artículo: © Foto de perfil en X (Twitter)

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