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Nigeria es la ganadora; África Occidental, también

Nigeria es la ganadora; África Occidental, también
Buhari ha convencido a muchos nigerianos que tienen la esperanza de acabar con la corrupción y la insurgencia islamista.
Buhari ha convencido a muchos nigerianos que tienen la esperanza de acabar con la corrupción y la insurgencia islamista.
Buhari ha convencido a muchos nigerianos que tienen la esperanza de acabar con la corrupción y la insurgencia islamista.
Buhari ha convencido a muchos nigerianos que tienen la esperanza de acabar con la corrupción y la insurgencia islamista (Imagen: Clara Sanchiz/RNW)

Durante las últimas semanas, los analistas han estado continuamente advirtiendo acerca del alto riesgo de las elecciones de Nigeria. La preocupación por la seguridad en tres estados del noreste por la presencia del grupo terrorista Boko Haram tuvo como consecuencia el aplazamiento de las elecciones a tres semanas más tarde. Todas las fronteras terrestres y marítimas fueron cerradas tres días antes de las elecciones; expatriados y familias acomodadas nigerianas trasladaron a sus familiares fuera del país, temerosos de que pudiera producirse una situación de violencia tras las elecciones. Sin embargo, Nigeria (el país africano más poblado y la primera economía del continente) consiguió organizar unas elecciones pacíficas e internacionalmente reconocidas como «libres y justas» que pasan a la historia de la nación como la primera transición democrática.

Muchos nigerianos, incluyendo aquellos en la diáspora que observaron de cerca el evento, se sintieron aliviados cuando el presidente Goodluck Jonathan reconoció su derrota. El 31 de marzo, a las 17:12 horas, Goodluck Jonathan llamó a su adversario, el comandante general Muhammadu Buhari, para darle la enhorabuena. Esta felicitación se producía unas nueve horas antes de que la Comisión Nacional Electoral Independiente (INEC, por sus siglas en inglés) declarara oficialmente a Buhari ganador de las elecciones. «Le prometí al país unas elecciones libres y justas. He sido fiel a mi palabra […] La ambición de nadie no merece la sangre de ningún nigeriano. La unidad, la estabilidad y el progreso de nuestro querido país son más importantes que cualquier otra cosa», declaró Jonathan. Sin duda alguna esta anticipada decisión de aceptación del resultado, digna de un gobernador que se precie, contribuyó a evitar una situación de violencia poselectoral.

Las afiliaciones políticas y étnicas han jugado siempre un papel importante en la política nigeriana. Sin embargo, los principales partidos políticos abarcan la totalidad del territorio y están formados tanto por cristianos como por musulmanes. Dentro del poderoso Partido Democrático Popular (PDP), que ha gobernado Nigeria durante los últimos 16 años, se estableció un sistema rotatorio que alternaba el poder entre un presidente norteño musulmán respaldado por un vicepresidente sureño cristiano y viceversa. Según el criterio de muchos nigerianos del norte, este acuerdo informal de poder compartido se rompió cuando el actual presidente en funciones Goodluck Jonathan (el primer presidente de la etnia ijaw, proveniente de una de las minorías grupales del delta del Níger) fue elegido presidente en 2011. Su decisión de presentarse nuevamente a las elecciones de 2015 fue percibida como una provocación por muchos miembros del PDP. Con el surgimiento del nuevo presidente del estado de Katsina, el poder está volviendo a un norte dominado por musulmanes, restableciendo así un sentido de justicia para algunos sectores de la población.

¿Puede verse la victoria de Buhari como una venganza del norte musulmán hacia el sur cristiano? En absoluto. El resultado de las elecciones parece mostrar que la importancia del papel de los factores étnicos, religiosos y geográficos se está reduciendo gradualmente. El mapa de resultados de las elecciones de 2015, el cual indica los partidos ganadores por estado, ilustra que la división norte-sur está menos marcada que en las elecciones de 2011, cuando el presidente Jonathan ganó con una sobrada mayoría a Buhari.

Resultados por estado de las dos últimas elecciones presidenciales de Nigeria
Resultados por estado de las dos últimas elecciones presidenciales de Nigeria

 

Estos resultados deben ser matizados e interpretados frente a una situación de baja participación electoral (43,6 %) que tuvo un mayor impacto sobre los resultados del PDP. Casi diez millones de personas que votaron en las elecciones de 2011 decidieron no hacerlo en las elecciones del 2015. Mientras que Buhari fue capaz de ganarse la confianza de 3.2 millones de nuevos votantes, el presidente titular perdió casi diez millones de votos en comparación al año 2011.

El mapa de resultados del PDP revela que, incluso durante las elecciones de 2011, la presunta división entre el norte y el sur fue menos marcada a efectos reales. El presidente Jonathan fue capaz de acumular un amplio apoyo a lo largo de todo el país. Jonathan consiguió entre un 30 y un 50 % de los votos en seis estados del norte, destacando el estado de Kaduna donde el partido obtuvo el apoyo de 1,19 millones de personas (un 46,3 % de los votos).

Resultados por estado del Partido Democrático Popular en las dos últimas elecciones presidenciales de Nigeria.
Resultados por estado del Partido Democrático Popular en las dos últimas elecciones presidenciales de Nigeria.

 

De manera similar, Buhari, el mismo candidato de la oposición, obtuvo esta vez el apoyo de los nigerianos del sur. Su recién formado partido –el Congreso de Todos los Progresistas (APC, según sus siglas en inglés)–, ganó en ocho áreas tradicionalmente votantes del PDP. Los ejemplos más significativos vienen de la megalópolis de Lagos, donde el PDP perdió por primera vez en su historia. Estas nuevas tendencias en las votaciones están mayormente potenciadas por líderes de opinión (como el antiguo presidente Obasanjo) así como por figuras religiosas que se han distanciado públicamente del gobierno actual. Por ejemplo, un sacerdote católico pidió abiertamente el voto por Buhari: «No me importa si Buhari es musulmán y del norte; lo único que me importa es que Buhari puede salvar Nigeria», afirmó el sacerdote.

Los nigerianos votaron mayormente en busca de un cambio. El eslogan de Buhari, «Vota por un cambio positivo», convenció a muchos nigerianos que tienen la esperanza de acabar con la corrupción, la pobreza y la insurrección islamista en el norte del país. En su discurso de aceptación, Buhari se comprometió: «Aseguro a todos los gobiernos extranjeros que Nigeria se convertirá en un actor más poderoso y constructivo en la lucha global contra el terrorismo y otras materias de interés colectivo tales como la lucha contra las drogas, el cambio climático, el fraude financiero, las enfermedades transmisibles y otros asuntos que requieren una respuesta global. Quiero asegurarle a nuestras naciones africanas vecinas que Nigeria se posiciona a partir de ahora como un aliado más constructivo en el avance de las cuestiones que preocupan a nuestro continente, con la vista puesta particularmente en el desarrollo económico y la erradicación de la pobreza».

Además de Nigeria, África Occidental se convierte también en un claro vencedor. Nigeria, más allá de sus vecinos inmediatos, tiene un importante impacto en toda la región de África Occidental. Una gran parte de la actividad económica de esta región se concentra en Nigeria. Las actividades transfronterizas relacionan estrechamente Níger con la economía de los Hausa, y Benín y Togo se benefician al mismo tiempo de la vitalidad económica y el capital comercial de Ibadán y Lagos. El comercio de Camerún y Chad también está fuertemente orientado alrededor del mercado nigeriano. Nigeria está incrementando la creación de inversiones en la zona del franco CFA, particularmente en el sector bancario. El país, en su papel de fuerza militar más poderosa de África Occidental, ha obtenido una posición principal en los esfuerzos de la CEDEAO para mantener la paz (posición ahora ligeramente reducida ya que el país atraviesa su mayor crisis de seguridad). La violencia generada por el grupo terrorista Boko Haram se está extendiendo alrededor de los países vecinos, los cuales ya de por sí están lidiando con una alta afluencia de refugiados nigerianos. Una Nigeria fuerte y pacífica beneficiará toda la región de África Occidental.

Julia Wanjiru es coordinadora de Comunicación en el Secretariado del Club del Sahel y de África Occidental de la OCDE.

[box]Este artículo se publicó por primera vez en inglés en el blog OCDE Insights y ha sido traducido al español por Casa África en colaboración con esta institución. Traducción: Eleazar Báez García.
Si estás interesado en Nigeria, te recordamos que en la Mediateca Casa África tienes un gran número de referencias sobre el país que incluyen literatura, ensayo, historia, música y cine.[/box]

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