Los países del G20 podrían producir suficiente energía renovable para todo el mundo: lo que hay que hacer

Los países del G20 podrían producir suficiente energía renovable para todo el mundo: lo que hay que hacer
, el mundo nunca acabará con las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el ser humano para 2050
Black woman, portrait and plant with solar panel for eco friendly, sustainable future and infrastructure in city. Farmer, ecology and female person with renewable energy for natural growth in Nigeria. Imagen: © WesLens/peopleimages.com / Adobe Stock

Las economías más desarrolladas del mundo también son las que más petróleo y carbón (combustibles fósiles) han consumido a lo largo de los años y, por tanto, las que mayores daños han causado al clima. Para que el cambio climático no siga avanzando, se deben eliminar de forma gradual los combustibles fósiles a nivel mundial para 2050. Sven Teske y Saori Miyake, científicos especializados en la mitigación del cambio climático, analizaron el potencial de las energías renovables en cada uno de los países del G20 y llegaron a la conclusión de que este se halla en condiciones de generar suficiente energía renovable para abastecer al mundo entero. Para que los países africanos se beneficien de ello, deben adoptar planes y políticas a largo plazo en materia de energías renovables y obtener financiación de los países del G20 a fin de establecer sistemas de energías renovables.

¿Por qué es tan importante el G20 en los esfuerzos por limitar el calentamiento global?

El G20 representa el 67 % de la población mundial, el 85 % del producto interior bruto mundial y el 75 % del comercio mundial. Los Estados miembros son el G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá), además de Australia, China, la India, Indonesia, República de Corea, Rusia, Turquía, Arabia Saudí, Sudáfrica, México, Brasil y Argentina.

Queríamos averiguar cómo podrían limitar el calentamiento global los Estados miembros del G20. Nuestro estudio examinó el potencial solar y eólico de cada uno de los países miembros del G20 (la superficie disponible y las condiciones solares y eólicas). A continuación, lo comparamos con las previsiones de demanda de electricidad para 2050. Según nuestra información, se trata de la primera investigación de este tipo.

Descubrimos que el potencial de las energías renovables en los países del G20 es muy alto, suficiente para satisfacer la demanda de electricidad prevista para 2050 en todo el mundo. Cuentan con 33,6 millones de km² de terreno en el que se podrían instalar proyectos de energía solar, o 31,1 millones de km² de terreno en el que se podrían instalar proyectos de energía eólica.

Este potencial varía según la geografía. No todos los países del G20 tienen las mismas condiciones para generar energía solar y eólica, pero, en conjunto, los países del G20 tienen suficiente potencial de energía renovable para satisfacer las necesidades energéticas del mundo.

Sin embargo, para que los países del G20 limiten el calentamiento global, también deben dejar de emitir gases de efecto invernadero. Las cifras recientes muestran que los países del G20 fueron responsables de generar el 87 % de todas las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía que causan el calentamiento global.

Por otro lado, los países de la Unión Africana (excepto Sudáfrica, que es un gran emisor de gases de efecto invernadero) fueron responsables de solo el 1,2 % del total de las emisiones históricas mundiales hasta 2020.

Los países del G20 con mayor potencial de energía renovable (especialmente Australia y Canadá) son grandes exportadores de los combustibles fósiles que causan el calentamiento global. Junto con todos los demás países del mundo, las naciones del G20 tendrán que poner fin a sus emisiones de carbono causadas por el hombre para 2050 a fin de evitar un mayor cambio climático.

¿Dónde encaja África en todo esto?

Los países africanos no pueden construir nuevas centrales eléctricas basadas en la quema de combustibles fósiles, como el carbón. Si lo hacen, el mundo nunca acabará con las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el ser humano para 2050. El continente debe generar electricidad para los 600 millones de africanos que actualmente no la tienen, pero tendrá que pasar directamente de los combustibles fósiles a las energías renovables.

Para ello, África necesitará financiación. La Unión Africana acogerá la cumbre del G20 a finales de este año. Esta reunión comienza justo después de la conferencia mundial anual sobre el cambio climático (que celebra este año su 30.ª edición y se conoce como COP30). Estas dos cumbres darán a África la oportunidad de presionar a los países más ricos para que financien las energías renovables.

África ya reúne las condiciones necesarias para pasar directamente a las energías renovables. El continente podría generar una cantidad de energía solar y eólica que superaría con creces su demanda prevista de electricidad de aquí a 2050.

Vamos a presentar un análisis adicional del potencial solar y eólico de todo el continente africano en Bonn (Alemania) el 19 de junio de 2025, en una conferencia de las Naciones Unidas. Este análisis muestra que solo es necesario convertir el 3 % del potencial solar y eólico de África en proyectos reales para satisfacer la demanda futura de electricidad del continente.

Esto significa que África tiene un gran potencial sin explotar para suministrar la energía necesaria para su transición hacia un continente de ingresos medios, uno de los objetivos de la Unión Africana en su Agenda 2063, su plan quinquenal.

Sin embargo, para garantizar la financiación suficiente para que el continente construya sistemas de energía renovable, los países africanos necesitan políticas energéticas a largo plazo. Estas políticas brillan por su ausencia en la actualidad.

Entonces, ¿qué hay que hacer?

Los países que firmaron el tratado internacional sobre el cambio climático de 2015 (el Acuerdo de París) se han comprometido a sustituir las formas de energía contaminantes, como el carbón, la leña y el petróleo, por energías renovables.

Sudáfrica, a través de su presidencia del G20, debe animar a los países del G20 a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y apoyar la inversión en energías renovables en África.

Dado que la financiación de la transición energética mundial ya figura entre las principales prioridades de la mayoría de los países, Sudáfrica debería impulsar el cambio en tres frentes: financiación, normativa sólida y capacidad de fabricación de tecnologías renovables. Estos son algunos de los principales obstáculos para las energías renovables, especialmente en África.

Financiación: La financiación de la transición energética es una de las principales prioridades de la COP30. Por lo tanto, la reunión de la COP30 será una oportunidad para que la Unión Africana negocie la financiación de sus necesidades de infraestructura de energía renovable.

Para ello, es fundamental contar con presupuestos de carbono justos y equitativos. Un presupuesto de carbono establece la cantidad de dióxido de carbono que se puede seguir emitiendo para que la temperatura global no aumente más de 2 °C con respecto a los niveles previos a la revolución industrial de 1760.

Se ha calculado un presupuesto global de carbono (la cantidad de emisiones permitidas en todo el mundo), pero es necesario repartirlo de forma equitativa para que los países que más han contaminado se vean obligados a limitarlas.

Para repartir de forma justa el presupuesto global de carbono, es necesario desarrollar urgentemente vías energéticas que tengan en cuenta:

  • la evolución futura de la población y el crecimiento económico,
  • los sistemas actuales de suministro de energía,
  • los plazos de transición para la descarbonización,
  • los recursos locales de energía renovable.

La plataforma del G20 debería utilizarse para presionar en favor de presupuestos de carbono justos y equitativos.

Normativas sólidas que apoyen la creación de nuevas fábricas: Los Gobiernos deben poner en marcha políticas que apoyen a las empresas africanas dedicadas a la energía solar y eólica. Estas son necesarias para ganarse la confianza de los inversores y que inviertan en una industria que en el futuro generará miles de millones de dólares. También se necesitan normativas transparentes y a largo plazo.

Estas normativas deben:

  • establecer con precisión cómo se concederán los permisos de construcción de plantas de energía solar y eólica;
  • dar prioridad a la conexión de las plantas de energía renovable a las redes eléctricas nacionales;
  • publicar especificaciones técnicas estándar para las redes autónomas, a fin de garantizar que todas sean de la misma calidad.

Tomar medidas ahora para acelerar las grandes industrias de energía renovable podría significar que los países africanos terminen teniendo más energía de la que necesitan. Esta podría exportarse y aumentar los ingresos financieros de los países.

Artículo publicado en inglés por The Conversation y traducido al español con la colaboración de Casa África. Autores: Sven Teske y Saori Miyake. Traducción realizada por Ramsés Cabrera

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