Gures: los bailarines ultrasecretos de África.

Gures: los bailarines ultrasecretos de África.

África es el hogar de muchas tradiciones y culturas centenarias, algunas de las cuales todavía siguen
siendo un misterio incluso entre los propios africanos. Sin embargo, en el sur de África, ninguna de estas
prácticas ancestrales tradicionales es más fascinante y enigmática que la tradición Gure. Esta tradición
es tan secreta que la gente solo los ve cuando bailan en público. Pero, incluso cuando se les ve bailando,
sus extrañas máscaras y atuendos esconderán su verdadera identidad.

Los Gures, como se les conoce comúnmente a las personas que practican esta tradición, son miembros
de una subcultura de clanes tribales que a menudo se reúnen en lugares aislados donde realizan sus
rituales tradicionales. Para convertirse en un Gure, primero tiene que pasar por una iniciación secreta en
la que es educado y probado sobre su habilidad para mantener secretos y seguir algunas de sus
tradicionales normas. Lo que pasa realmente durante estas reuniones privadas es “secreto”, pero existe
la creencia común de que realizan cultos a los ancestros y que hacen uso de la magia negra, entre otras
actividades de prácticas tribales tradicionales.

Breve historia de los Gures en Zimbabue

En Zimbabue, la cultura Gure fue introducida en el país por los inmigrantes de Zambia y Malaui que
vinieron a trabajar en las minas y granjas durante la época de la Federación de Rodesia, en los años
cincuenta y sesenta. Por aquel entonces, en la época colonial, esta cultura se mantenía dentro de los
recintos agrícolas y mineros, donde la mayoría de los inmigrantes trabajaban y vivían. En aquel lugar, las
sesiones de danza de los Gure eran prácticamente la única fuente de entretenimiento para muchos
africanos. Para cuando Zimbabue obtuvo su independencia en 1980, las tradiciones de los Gure ya se
habían extendido a la mayoría de los centros urbanos del país, incluida la capital, Harare.

Las máscaras Gure, atuendos, y misterios.

Sin embargo, las costumbres Gure y sus prácticas siguen siendo un misterio para muchos africanos que
viven fuera de su cultura extremadamente cerrada. En países africanos como Zimbabue, Zambia, Malaui,
y en menor medida Mozambique, muchas personas siguen creyendo que los Gure poseen poderes
mágicos y sobrenaturales que pueden ser usados a su favor o para lanzar hechizos contra sus enemigos.
Por otro lado, algunos los tachan de usar prácticas anticuadas y primitivas. No obstante, en Zimbabue,
donde nací y crecí, los Gures son despreciados y venerados casi por igual.

Si los poderes mágicos de los Gures no le sorprenden, lo harán sus máscaras y atuendos. Dependiendo
del clan al que pertenezca el grupo, sus máscaras pueden tener forma de tocados primitivos adornados
con objetos extraños como pieles de serpiente, plumas de aves salvajes, o incluso dientes o colas de
animales salvajes. Otras pueden representar rostros humanos extraños, fantasmas, dragones e incluso
dioses. La mayoría de las máscaras Gure siempre intentan representar a una criatura sobrenatural, rara
o incluso obscena en algunos casos.

Pero, sea cual sea el rostro representado, las máscaras Gure pueden ser cómicas o horripilantes para el
que las contempla. Existe la creencia común de que, en los Gures, las máscaras son objetos con historia,
como si fueran el alma del Gure, no son solo para asustarle. En algunos grupos Gure, se rumorea que cada máscara simboliza un rango o un estatus. Estos rangos, según los iniciados en sus prácticas, no
pueden ser comprendidos por quienes no forman parte del reservado grupo de los Gures.

Espectáculos de danza Gure.

A pesar de que algunas personas piensan que sus prácticas, sus máscaras y sus creencias son primitivas,
sus espectáculos de baile les han ayudado a ser relevantes en los círculos culturales y de ocio modernos.
En el pasado, los Gures solían limitar sus ceremonias de baile a sus comunidades locales, sobre todo en
ocasiones como funerales, bodas o reuniones. Las danzas Gure son siempre gratis y normalmente se
realizan en espacios abiertos donde diferentes sectas compiten entre sí para superarse en el escenario.

Sea cual sea la razón por la que realizan sus espectáculos de danza, sus estilos de baile únicos y
emocionantes son un imán para el público. Alimentados por el intenso sonido de los tambores, cánticos,
ululaciones y silbidos, los bailarines Gure, con sus extrañas máscaras y atuendos son siempre una
maravilla de espectáculo. Para muchos fans, son sus estilos de baile más que los mitos que los rodean lo
que los diferencia de otros bailarines tradicionales de Zimbabue.

De esta manera, sus habituales sesiones de baile les han proporcionado muchos fanes fieles tanto a
nivel local como internacional. Los estilos de danza Gure pueden variar de lentos a rápidos, de
movimientos simples a agresivos. Algunos pueden parecer coordinados mientras que otros parecen
bailar sin seguir ningún patrón común. También hay otros pasos de baile donde el bailarín parece tener
connotaciones sexuales. Como muchas otras danzas tradicionales, están acompañadas de tamborileros
y cantantes que proporcionan ritmo a los bailarines.

Gures actuales

En Harare, la cual es el epicentro de todo en la Zimbabue moderna, parece haber poco espacio para las
culturas antiguas. Pero para sorpresa de muchos, la cultura Gure no solo ha sobrevivido a las embestidas
del mundo moderno, sino que se ha adaptado bien a sus exigencias. Hoy en día, los grupos Gure tienen
su propia asociación, algo que no se espera de las “culturas primitivas”

Incluso en el mundo del entretenimiento, los Gures ya no están confinados a los documentales o a los
suburbios de alta densidad. En Harare, los bailarines Gure a veces bailan en grandes eventos
internacionales como el Harare Agricultural Show (Show de agricultura de Harare), El Harare
International Street Carnival (El Carnaval Internacional de Harare) y el International Festival of The
Arts (HIFA)
(Festival Internacional de las Artes). Durante grandes acontecimientos nacionales o públicos
como la celebración del día de la Independencia, son siempre los favoritos del público y en algunos
casos, un atractivo por derecho propio.

Pero donde quiera que vean bailarines Gure en África, siempre tendrán sus máscaras puestas. Durante
los espectáculos de danza, algunos interactúan con fans, mientras otros incluso bailan con ellos. Pero,
por muy simpáticos que le parezcan los Gures, es un tabú intentar quitarles la máscara o verles la cara,
porque en esta tradición, su identidad debe permanecer siempre en secreto.

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