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Semilla Negra – Programa 60: Así sonó África en 2017

Semilla Negra – Programa 60: Así sonó África en 2017
Carlos-fuentes

Carlos Fuentes

Periodista especializado en músicas de África

Un disco africano por cada estación del año. Una excusa cualquiera para recorrer con músicas de África cómo ha sido la temporada que acaba en cosechas sonoras. Y hay un poco de todo: una veterana orquesta de Senegal que se niega a arrojar la toalla después de cuatro décadas de música; el nuevo disco de la diva absoluta de la canción femenina en Malí; un trío de Bamako formado por hijos y herederos de un par de músicos de leyenda que, junto a un cuarteto de cuerdas de San Francisco, ha entregado el álbum africano del año; y la penúltima joya antigua rescatada del olvido por un zahorí de músicas africanas de los años 70. Para despedir curso, un paseo de Semilla Negra por la última cosecha musical que vino de África.

Orchestra Baobab - Tribute to Ndiouga DiengPrimavera: regresa la Orchestra Baobab
Poco después de actuar en el festival Womad de Fuerteventura, la Orchestra Baobab entregó en marzo otro capítulo de su trayectoria de largo recorrido. El conjunto senegalés nació en la efervescente ciudad de Dakar a principios de 1970 y desde entonces su música no se ha detenido. Primero animó los bailes de la descolonización, luego se convirtió en el entretenimiento preferido de la élite política y cultural y, sin discusión, su sonido ardiente y pegajoso reinó en los clubes de África hasta que en los años 80 apareció un joven llamado Youssou N´Dour y el vibrante ritmo del mbalax, una suerte de pop bailable africano que ya no tuvo rival. Desperdigada en el olvido, la todopoderosa Orchestra Baobab resucitó por casualidad. En 1989 el productor Nick Gold rescató el disco Pirate’s choice, en 2001 publicó una versión ampliada y ese mismo año convenció a los músicos originales para que la Baobab volviera a los escenarios. Esta historia feliz culmina, por ahora, con el nuevo disco Tribute to Ndiouga Dieng, dedicado a su fallecido vocalista. Diez canciones con el sello casi inconfundible de la Baobab que incluyen piezas nutritivas como Natalia, Fayinkounko y Foulo. Medio siglo después, así suena la pachanga africana.

Oumou Sangaré - MogoyaVerano: la nueva vida de Oumou Sangaré
La historia de Oumou Sangaré ya es conocida por los seguidores de Semilla Negra. El año que acaba ha sido un tiempo de cambios para la poderosa cantante de Malí. Ha cambiado de discográfica (de la británica World Circuit a la francesa No Format) y, por lo que suena, también ha buscado un giro contemporáneo a su nuevo repertorio. La cosecha musical de 2017 de una de las voces femeninas más importantes de África se titula Mogoya, se editó en mayo y viene a renovar el afro-pop más bailable con esta mujer empresaria que no entiende de corsés sociales, tampoco de papeles secundarios para las mujeres en África y, mucho menos, de las tradiciones seculares que imponen injusticias. «La mujer africana representa el coraje y el valor por salir adelante, también la energía para prosperar en la vida. Si todas las mujeres africanas tuvieran una oportunidad para ser libres podrían ayudar a construir mejor nuestra sociedad», indicó a este cronista en 2009. «No quiero una guerra entre los hombres y las mujeres porque creo que somos complementarios y cuando estamos juntos aportamos equilibrio».

Trio Da Kali Kronos QuartetOtoño: alianza de cuerdas en áfrica
Hay discos que se esperan toda la vida. Y Ladilikan, la alianza entre el africano Trio Da Kali y los músicos de cuerdas del Kronos Quartet tiene pinta de clásico inmediato. Y de disco del año, dicho de paso. En realidad es un proyecto macerado con tiempo y cariño. La idea original, que se nutre de las tradiciones de instrumentos de cuerdas de Malí, fue impulsada por la musicóloga y ahora productora Lucy Durán, una de las principales divulgadoras de las músicas de África entre el gran público internacional.

Con apoyo del programa de mecenazgo Aga Khan Music Initiative agrupó primero al Trio Da Kali, grupo malí formado por la cantante Hawa Diabaté, hija del legendario cantante Kassé Mady Diabaté; el intérprete de balafón Lassana Diabaté, músico de la Symmetric Orchestra de Toumani Diabaté; y el intérprete de ngoni Mamadou Kouyaté, hijo mayor del rey de este instrumento, Bassekou Kouyaté. La alineación del Kronos Quartet es la titular de los últimos tiempos: el trío fundador formado por David Harrington (violín), John Sherba (violín) y Hank Dutt (viola) más la chelista coreana Sunny Yang. Los ágiles arreglos los firma el trombonista y compositor Jacob Garchik.

Ladilkan es una combinación deliciosa de canciones tradicionales mandingas y aires musicales contemporáneos de muy altos vuelos. Brillan temas como Tita, que habla de las tradiciones matrimoniales no siempre bien entendidas en buena parte de África; la imperial Eh Ya Ye, que narra la historia de un viejo marabú y fue elegida como canción de presentación del disco; o la pieza que da título al álbum, una ola de cuerdas al rojo vivo que ya de por sí vale esta reunión entre Trio Da Kali y Kronos Quartet. Recuerde su título, Ladilikan. No se escuchaba algo así desde los tiempos de Ali Farka Touré.

Hamad KalkabaInvierno: resucitó Hamad Kalkaba
Se llama Hamad Kalkaba Malboum, camerunés de 67 años, y ha sido –por este orden— deportista, músico, coronel del ejército y dirigente de la Federación de Atletismo de Camerún. Lo que casi nadie sabía es que a mediados de los años 70 protagonizó algunas de las mejores grabaciones de las músicas africanas de su época. Su historia increíble ha sido recuperada por el productor alemán de origen tunecino Samy Ben Redjeb, quien encontró por casualidad dos discos singles del cantante en una tienda de viejos vinilos en Yaundé. Ahora editadas en formato digital, el éxito de las canciones de Hamad Kalkaba & The Golden Sounds es una señal más de la revalorización creciente que vienen disfrutando históricas músicas africanas del siglo pasado. Unos sonidos añejos a los que ya hemos dedicado varios programas anteriores en Semilla Negra.

«Recuerdo bien aquel día. Estaba buscando joyas musicales viejas en una tienda de discos de Yaundé y de pronto me llamó mucho la atención un single con el retrato de un joven en la portada. Llevaba un sombrero tradicional africano y su cara tenía unas marcas de cicatrices que me recordaron a las tradiciones musgum del norte de Camerún», recuerda Redjeb en el texto que acompaña al disco. «El single tenía dos canciones tituladas Gandjal Kessoum y Touflé y yo allí no paraba de escucharlas. Cuando el dueño de la tienda se dio cuenta de que yo escuchaba siempre el mismo disco me dijo que existía otro disco del mismo artista y que tenía la portada verde».

No fue fácil dar con ese segundo single. «Durante seis años estuve buscando ese disco de la portada verde y finalmente lo encontré en un viejo bar de Parakou, al norte de Benín», recuerda Redjeb. «Lo más curioso es que ese single llevaba cuarenta años sin estrenar, estaba como nuevo, no se había usado nunca». Allí estaban otras dos canciones de Hamad Kalkaba (Fouh Sei Allah y Tchakoulaté) que, con las dos primeras y otros dos temas (Astadjam Dada Saré y Lamido) del disco sencillo Nord Cameroon Rythms, nutren ahora el álbum editado a primeros de diciembre por la disquera Analog Africa para culminar un año de buena cosecha musical en el continente.

Carlos Fuentes (@delocotidianocf) es el autor de Semilla Negra. Periodista y crítico musical, durante las últimas dos décadas ha publicado artículos, entrevistas y reportajes sobre las músicas africanas en periódicos nacionales y en revistas especializadas como Rockdelux o Serie B.

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