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Semilla Negra – Programa 39: Africanos poco típicos

Semilla Negra – Programa 39: Africanos poco típicos
Yolandi Visser y Watkin Tudor Jones, cantantes del grupo de rap Die Antwoord.
Yolandi Visser y Watkin Tudor Jones, cantantes del grupo de rap Die Antwoord.
Carlos-fuentes

Carlos Fuentes

Periodista especializado en músicas de África

¿Son el rock, el pop y el reggae tres estilos de música africana? No por origen, pero sí que hay músicos africanos que cultivan estos y otros ritmos sonoros. Si África no es un país, su acervo musical no es solo la evolución natural de unas tradiciones ancestrales. Porque no solo de músicas populares vive el africano. En este continente de mil millones de habitantes han florecido escenas urbanas de sonidos contemporáneos. ¿Sabías que el rock gótico cuenta con una legión de seguidores en Sudáfrica? ¿Y que un superhéroe del primer rocanrol en los Estados Unidos versionó una canción africana hace más de medio siglo? ¿Que un rapero residente en Nueva York es el personaje de moda en Senegal? ¿Y que una hija de emigrantes mozambiqueños es una de las mejores voces del jazz europeo? Hoy, en Semilla Negra, el programa musical del Blog África Vive, vamos a indagar en aquellos artistas africanos que menos concuerdan con el canon típico de instrumentistas superdotados y estilos étnicos más o menos añejos.

Yolandi Visser y Watkin Tudor Jones, cantantes del grupo de rap Die Antwoord.
Yolandi Visser y Watkin Tudor Jones, cantantes del grupo de rap Die Antwoord.

La presencia de las músicas occidentales en África se entrelaza con la historia reciente de algunos países. En la cornisa mediterránea, por ejemplo, la llegada de la independencia no impidió que argelinos, tunecinos y marroquíes siguieran pendientes de las novedades europeas, sobre todo de las listas de éxitos en la antigua metrópoli francesa. Cantantes ya de leyenda como Serge Gainsbourg, Edith Piaf, Georges Brassens, Yves Montand o Juliette Gréco tenían presencia regular en las emisoras africanas, pero también entraban en el Magreb por las emisoras internacionales francesas y españolas. El cantante argelino Khaled recuerda siempre que cuando era niño se aprendía de memoria las canciones del español Joselito para luego interpretarlas en las fiestas familiares en Orán. Y el gran pianista Maurice el Médioni escuchaba a Cole Porter y Nat King Cole.

Entretanto, al otro lado del continente, Sudáfrica sufría todavía el duro yugo del apartheid. Un régimen racista basado en la dominación europea que, entre sus efectos colaterales, dejó algún resquicio para la aparición de conjuntos de rock en las principales ciudades del país. Terminaban los años setenta y en zonas de Durban, Johanesburgo y Ciudad del Cabo surgieron grupos escorados hacia el punk-rock como The Radio Rats, Safari Suits, Dog Detachment y Fred Smith en salas de conciertos como The Scratch Club. En un terreno musical más sereno, la huella del surf-rock de The Beach Boys se dejó notar en formaciones como Flames, liderada por el cantante Mpharanyana Radebe. Tres ciudades que también nuclearon el auge de la escena indie de la década siguiente. En los años ochenta, Sudáfrica aportó grupos como The Usual, Scooter’s Union, en Durban apareció el grupo Peach y Johanesburgo aportó a Asylum Kids.

Componentes del grupo sudafricano de rock BLK JKS
Componentes del grupo sudafricano de rock BLK JKS

Nuestro recorrido sonoro arranca en la nueva escena de Sudáfrica, donde hay grupos que pelean por entrar en las grandes ligas de la música occidental. Uno de los más serios aspirantes es el cuarteto BLK JKS, fundado en Johanesburgo hace ya doce años. Fichado por el sello Secretly Canadian, su estreno en disco se produjo en 2008 con el álbum After robots, celebrado por la crítica Indie-rock como una mezcla ambiciosa de rock con raíces de las músicas kwaito, reggae, ska y jazz. Del conjunto liderado por Lindani Buthelezi suenan tres canciones del disco grande y del posterior Zol!, entre ellas Lakeside, que fue seleccionada para la banda sonora del juego virtual FIFA 10. Otro valor al alza en la música sudafricana se llama Die Antwoord, dúo de rap-dance integrado por la cantante Yolandi Visser y el rapero Watkin “Ninja” Tudor Jones. Formado en Ciudad del Cabo hace cinco años, Die Antwoord ha publicado dos discos y ha sido uno de los primeros grupos africanos de rock en participar en el festival Coachella. En 2001, el dúo compartió gira con la cantante esrilanquesa M.I.A. por Australia y Nueva Zelanda. Su último video, Wat Kyk Jy?, fue dirigido por Harmony Korine.

Con Freshlyground, un septeto de Ciudad del Cabo que pespunta ritmos kwela, blues y jazz, aportamos algo de serenidad (la bailable Doo be doo, todo un hit cuando se editó en el disco Nomvula de 2004; y los aromas jazzy de Ma’cheri) antes de visitar a otros dos grupos combativos. El proyecto de pop electrónico Max Normal, fundado en Ciudad del Cabo, autores del notable álbum Songs from the mall y en quienes algunos ven una suerte de Faithless africanos; y el quinteto Prime Circle, radicado en Johanesburgo y liderado por el cantante y guitarrista Ross Learmoth. En su álbum más reciente, Jekyll & Hyde, que el grupo acaba de presentar en una amplia gira europea, han colaborado productores vinculados a Led Zeppelin, Aerosmith y Guns ‘N Roses. Este rock arisco de Prime Circle ya sonó en el festival de homenaje a Mandela en 2005.

La cantante portuguesa de origen mozambiqueño Maria João
La cantante portuguesa de origen mozambiqueño Maria João

El ecuador de Africanos poco típicos es un viaje en el tiempo. En 1959, cuando su contrato con el sello Decca casi acababa, el legendario Bill Haley, uno de los padres más populares del primer rock, grabó una canción africana. Skokiaan, original del músico zimbabuense August Musarurwa, se convirtió en una pieza instrumental muy popular en los clubes de jazz más elegantes. Antes que Bill Haley, la canción (bautizada por una bebida alcohólica de fabricación casera) había sido interpretada por artistas como el seminal Louis Armstrong y el rey cubano del mambo Dámaso Pérez Prado, entre otros. Después del líder de The Comets, Skokiaan fue grabada por artistas de éxito masivo como Paul Anka, Herb Alpert o The Pasadena Roof Orchestra, pero también por Jimmy Smith, Hugh Masekela, The Soweto String Quartet y African Jazz Pioneers. Recorrido similar tiene Strawberry Letter 23, pieza clásica de Shuggie Otis publicada en 1977 con producción de Quincy Jones para el grupo Johnson Brothers. Ahora, con maquillaje nuevo, el productor se apoya en el cantante de origen senegalés Akon para recrear uno de los temas más sampleados del pop contemporáneo, entre otros por artistas de éxito como Beyoncé, Outkast y Color Me Badd.

Experiencia más enriquecedora se antoja la alianza de la cantante portuguesa de origen mozambiqueño Maria João y el pianista luso de jazz Mário Laginha con el cantante belga David Linx y el pianista holandés Diederik Wissels para el disco Follow the songlines, grabado junto a la Orquesta Nacional de Oporto. Un encuentro genuino entre dos poderosas escuelas del jazz europeo que, gracias a la voz de colores de la versátil Maria João, se convirtió en una de las mejores grabaciones de 2010. Y cerramos este recorrido por los sonidos menos negros de África con el reggae cimbreante de Lucky Dube, músico de largo recorrido que grabó veinte discos antes de ser asesinado en 2007 en Johanesburgo; y, en un guiño contemporáneo, quizá la canción que más ha ayudado a renovar el interés del rock por los sonidos africanos. Desde Nueva York, en la que fue la sensación del curso 2007, la versión original de Cape Cod Kwassa Kwassa de Vampire Weekend y la adaptación posterior de Peter Gabriel junto a Hot Chip.

Carlos Fuentes es el autor de Semilla Negra. Periodista y crítico musical, durante las últimas dos décadas ha publicado artículos, entrevistas y reportajes sobre las músicas africanas en periódicos nacionales y en revistas especializadas como Rockdelux o Serie B.

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3 comentarios

  1. Más presencia occidental en África http://ojosimaginarios.com/lambarena-bach-to-africa.html Descubrí el disco cuando estaba en la universidad. Nos lo puso el profe de música clásica como ejemplo de que la música de Bach se acoplaba a todos los estilos (y yo de ingenuo voy y me lo creo). Son las músicas africanas (en plural) las que se acoplan a todos los estilos (al blues, al rap, al reggae…). Y ustedes me dirán: “es que casi todos los estilos vienen de África”. Y yo les diré: “es que en África empezó todo”. Y así podríamos tirarnos horas. No me enrollo más. Gracias por esta nueva entrega (una de las que más he disfrutado) y a seguir con esas ganas de informar al personal.

    1. Si es verdad eso que dicen las malas lenguas de que el dancehall es una “evolución” (yo lo llamo involución) del reggae, que el reguetón no es más que dancehall cantado en español (compara uno y otro y verás similitudes) y que el 90% de la población jamaicana es de origen africano, algo de africano me da que tiene el reguetón (escucha si no esto http://www.youtube.com/watch?v=88SBmx5YppI )

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