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Pablo Tosco: «Me interesaba documentar la humanidad durante la crisis del ébola»

Pablo Tosco: «Me interesaba documentar la humanidad durante la crisis del ébola»
Según Tosco, mas allá de la ayuda humanitaria, es necesario un cambio estructural del sistema
Según Tosco, mas allá de la ayuda humanitaria, es necesario un cambio estructural del sistema
El fotoperiodista Pablo Tosco documentó el trabajo de Intermon Oxfam en Liberia y Sierra Leona
Desde 2004, Pablo Tosco documenta proyectos de cooperación, desarrollo y acción humanitaria.

Isaptu, madre de un bebé  de un año, estaba en el pabellón número 3 donde confinaban a los pacientes que habían pasado por el estadio más grave del virus del ébola y tenían posibilidades de superar la enfermedad. Al día siguiente, el fotógrafo Pablo Tosco había quedado con ella para poder fotografiarla. Isaptu había podido superar el virus, pero tenía que soportar el luto de haber perdido a su bebé. Era agosto de 2014 en Freetown, capital de Sierra Leona.

Mark yacía sentado en la entrada de su casa esperando a que una de las pocas ambulancias que se adentraban en el barrio de West Point en Monrovia (Liberia), viniera a atenderlo para llevarlo al hospital. Estuvo así dos días. Mark no quería coger el transporte público porque temía tener el virus del ébola y tenía miedo de provocar más contagios.

Las historias de Isaptu y Mark son solo un ejemplo de las muchas que se encuentran detrás de las imágenes que el fotógrafo argentino establecido en Barcelona, Pablo Tosco, mostró el pasado 12 de noviembre en la última edición del ciclo Photobrik, celebrado en Casa África.

El «miedo» fue el primero en llegar y el último en irse
La siguiente imagen fue una pareja abrazada mirando la puesta del sol en una playa vacía. «Cuando llegué a Freetown, lo primero que me sorprendió fue la belleza de sus playas con arena blanca y cocoteros, pero en ellas no había nadie». Durante el verano de 2014, cuando el virus se cubrió un mayor número de víctimas, la policía patrullaba las playas vigilando que nadie jugara al fútbol en la arena o que nadie estuviera sudando en los bares mientras tomaba una cerveza. «Las relaciones interpersonales habían desaparecido», explicaba Pablo Tosco, «solo encontré esta pareja desafiando el miedo a la enfermedad. Cuando estalló el virus el miedo fue el primero en llegar y el último en irse». El mismo miedo que creó «tabús y prejuicios» entre los que estaban enfermos y los que no o aún no lo sabían, comentaba Pablo.

Liberia y Sierra Leona, los dos países donde el fotoperiodista documentó el trabajo de la organización humanitaria Intermón Oxfam, tan solo se estaban recuperando después de haber sufrido la crudeza de la guerra civil en los años 90. La precariedad de su sistema sanitario, con la evidente falta de recursos y la falta de planteamiento a la hora de afrontar el virus, hicieron que volvieran otra vez a una situación de contexto de posguerra. En Sierra Leona, durante el primer mes en que estalló el virus, murieron siete de los doctores más reconocidos del país. En los hospitales, las sábanas, camas y el poco material sanitario que había entrado en contacto con los enfermos tenía que ser quemado y destruido. Voluntarios que nunca antes habían trabajado como personal sanitario vestían los famosos trajes amarillos y máscaras que tantas veces se vieron por televisión. Debido a la fuerte humedad y el calor, las personas que llevaban los trajes perdían entre 3 y 4 kilos cada hora, trabajando en turnos de treinta minutos.

Según Tosco, mas allá de la ayuda humanitaria, es necesario un cambio estructural del sistema
Según Tosco, mas allá de la ayuda humanitaria, es necesario un cambio estructural del sistema

 

«Más allá de las cifras de muertos»
«Me interesaba documentar la humanidad, la población local que estaba comprometida con la lucha contra el ébola», contaba Tosco. Con una breve formación sanitaria previa, Pablo empezó a acompañar a los voluntarios que iban puerta por puerta informando de la enfermedad. «En los barrios donde nos movíamos estábamos muy expuestos al virus, había telas colgando y gente rozándote durante todo el tiempo». Pero lo más complicado fue poder acceder a los barrios en cuarentena, donde las personas quedaban recluidas durante 21 días sin poder salir: «Esta gente estaba cerrada, costaba mucho poder acercarte a explicarles a través de una valla qué es lo que quieres compartir con ellos y tu trabajo. El mayor desafío fue narrar las historias de las personas, más allá de las cifras frías de muertes».

El pasado 8 de noviembre, Sierra leona fue declarado país libre del contagio del ébola al igual que Liberia, al pasar el periodo de tiempo de 90 días sin nuevos contagios que estipula la Organización Mundial de la Salud. Según Pablo Tosco, el sistema sanitario de estos países ha quedado seriamente precarizado pero «la parte positiva es que ha habido un aprendizaje de la sociedad». Y reclama: «Mas allá de la ayuda humanitaria, lo que hace falta es un cambio estructural del sistema».

Artículo escrito por Òscar Gelis, periodista y estudiante del Máster en Política Internacional en la Universidad Pompeu Fabra y actualmente estudiante en prácticas en el Área de Medios de Comunicación de Casa África.

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