¿Quién es Mia Couto?

Mia Couto en Leer Iberoamérica (2025). © Casa América
Mia Couto en Leer Iberoamérica (2025). © Casa América

Para quién esté leyendo por primera vez el nombre de Mia Couto quizá haya que darle dos advertencias: la primera es que no es una mujer, y la segunda es que no es portugués ni brasileño. Para quien ya hubiera escuchado que se trata de un escritor mozambiqueño, una nueva premisa: su piel es blanca. No se disculpen  si, como a mucha gente empezando por mí mismo, las expectativas no se correspondían con lo esperado al acercarse a António Emílio Leite Couto, nacido en Mozambique durante la ocupación colonial de su territorio. Y si esto les ha provocado una decepción, no se preocupen porque será lo último que se la suscite. Porque quien ya lo conociera sabrá que el camino que transita su obra está plagado de todo lo contrario: de destellos y de alegrías. Dicho esto, ¿es posible saber quién es ese tal Mia Couto? Intentémoslo con unas breves pinceladas sobre su vida y su obra.

Tras una cruenta guerra, Mozambique se independizó de Portugal en el año 1975. Desgraciadamente, a la esperada Declaración de Independencia le siguió una guerra civil que destrozó el país hasta el año 1992 y de la que, todavía hoy, continúa habiendo ecos de violencia armada. Esta guerra dejó un país exhausto que, en lo económico y social, ha hecho que Mozambique sea considerado uno de los países más pobres del mundo y a la cola del denominado Índice de Desarrollo Humano. La economía, la salud y la educación han sufrido los estragos del conflicto y el país lucha lentamente por recuperarse de las catastróficas secuelas. Pero los efectos de la guerra, sumados al dominio por parte de la metrópoli portuguesa, también han repercutido en la creación de una idiosincrasia cultural deshilachada y, durante siglos, humillada por esa presencia colonial. En este contexto, Mia Couto cree que en el Mozambique actual «la literatura no tiene intenciones de revivir demonios sino de ayudar a construir una identidad nacional, algunos fundamentos, mitos y valores» y afirma que «la literatura en Mozambique reivindica que un país también puede ser construido a través de la creación de otro tipo de riqueza, que es la cultural. La riqueza cultural es tan importante como la económica»

Como decíamos más arriba, Mia Couto nació en Beira, en el centro de Mozambique, en el año 1955. Hijo de exiliados portugueses participó en primera persona en el proceso de independencia que lideró el Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO), organización que luchó contra Portugal y que se convertiría sin solución de continuidad y hasta nuestros días en el único partido gobernante a nivel nacional. Tanto su actividad política, como la profesional de biólogo, han ejercido una influencia decisiva en sus dinámicas creadoras. Sin embargo, ambas carreras han sido transcendidas por su oficio como escritor y pensador, siendo en la actualidad el más importante narrador del país (ha escrito novela, cuento, poesía o ensayo) y uno de los más importantes de la literatura africana contemporánea. Podemos justificar dicho estatus con dos ejemplos concretos: en el año 2013 le fue concedido el «XXV Premio Camões», el más prestigioso de literatura en lengua portuguesa (ostentan ese galardón los también mozambiqueños José Craveirinha y Paulina Chiziane).  Y más recientemente, Couto recibió el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2024, cuyo jurado reconocía «una obra literaria notable que integra y entreteje la crónica, el cuento y la novela», pero también como veremos, la poesía y la innovación lingüística.

La producción literaria de Couto coge el testigo de relevantes autores mozambiqueños de una generación anterior como José João Craveirinha, Noémia de Sousa o Rui Knopfli; comparte lazos con escritores coetáneos como Paulina Chiziane, Ungulani Ba Ka Khosa o Eduardo White entre otros; y resuena en los narradores y poetas más jóvenes del país, como se puede comprobar en los ganadores del Prémio Literário Fernando Leite Couto, instituido en Mozambique por la fundación del mismo nombre. A su vez, Couto ha creado vínculos con otros escritores de la esfera lusófona tal y como él mismo ha afirmado: «Mis grandes referentes literarios provienen de la poesía en lengua portuguesa, género que realmente me moldeó durante la adolescencia. Del Brasil, por ejemplo, João de Melo Neto, Drummond de Andrade, Manuel Bandeira, Guimarães Rosa, son todos para mí importantes referencias. Aunque tengo de igual manera referentes que vienen de Portugal como Sophia de Mello Breyner, indispensable al hablar de poesía». Podríamos añadir a los angoleños Lundiano Viera o Eduardo Agualusa .

Por otro lado, puede compararse con el escritor nigeriano Chinua Achebe y, más allá del continente, se le ha relacionado con el realismo mágico latinoamericano. Esta amalgama de influencias es solo una muestra del espacio en que se sitúa el universo literario de Couto y que traduce las complejidades de Mozambique como país y como entidad cultural: Couto es un hombre blanco, con orígenes paternos en la potencia colonizadora, cuya lengua madre es la  portuguesa. De nuevo, el mismo Couto  es el que nos cuenta de manera lúcida (característica notable de toda su escritura) dónde ha encontrado su lugar: 

«Soy mozambiqueño, hijo de portugueses, viví el sistema colonial, combatí por la independencia, viví cambios radicales del socialismo al capitalismo, de la revolución a la guerra civil. Nací en un tiempo de bisagra entre un mundo que nacía y otro que moría. Entre una patria que nunca existió y otra que todavía está naciendo. Esa condición de un ser de frontera me marcó para siempre. Las dos partes me exigían un médium, un traductor. La poesía vino en mi socorro para crear ese puente entre dos mundos aparentemente distantes.» [i]

La poesía como puente pero también como territorio. Un territorio que se expande y trasciende sus mismos poemarios, tales como Raíz de Orvalho o Tradutor de Chuvas, para inundar sus ensayos y crónicas (Cronicando o Pensatempos), sus cuentos (Cada homem é uma raça; O fío das missangas) y también sus novelas: la monumental Trilogia de Moçambique, A Confissão da leoa, o su primera novela y obra maestra Terra sonâmbula (considerada una de las diez mejores novelas africanas del siglo XX). Para ello, y como hemos visto, Couto abraza, partiendo de su entorno específico, la tradición literaria más global para crear una obra, que entre otras cosas, y como recalca Rosa Martínez Alfaro, está plagada de «juegos de palabras, amalgamas, neologismos, innovaciones sintácticas, recursos propios de la oralidad y de proverbios».

Por tanto, y respondiendo a la pregunta que encabeza este artículo, quizá Mia Couto sea, sobre todo, un poeta, pero uno tal que se encuentra, según Raquel Aparecida, «en constante desplazamiento» y que traspasa los límites de la lengua y la identidad en la búsqueda inquieta de sus posibilidades. De hecho, él mismo se ha autodenominado como «un ser fronterizo», que se acompaña de sus textos parar poblar una supuesta «tierradenadie» que habita no como un exilio sino como una bendición.

Artículo de Rosauro Varo, escritor y pediatra.


[i] Sou moçambicano, filho de portugueses, vivi o sistema colonial, combati pela independência, vivi mudanças radicais do socialismo ao capitalismo, da revolução à guerra civil. Nasci num tempo de charneira, entre um mundo que nascia e outro que morria. Entre uma pátria que nunca houve e outra que ainda está nascendo. Essa condição de um ser de frontera marcou-me para sempre. As duas partes de mim exigiam um médium, um tradutor. A poesia veio em meu socorro para criar essa ponte entre dois mundos aparentemente distantes[i] (Aparecida R, 2009).

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