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Semilla Negra – Programa 19: África cruza fronteras imaginarias

Semilla Negra – Programa 19: África cruza fronteras imaginarias
El músico francés Vincent Ségal y el tañedor malí de kora Ballaké Sissoko.
El músico francés Vincent Ségal y el tañedor malí de kora Ballaké Sissoko.
Carlos-fuentes

Carlos Fuentes

Periodista especializado en músicas de África

No es nueva la presencia de sonidos africanos en los mercados occidentales de música en Europa y América, tampoco su influencia creciente en estilos de otras latitudes. Pero sí conviene destacar el protagonismo creciente de artistas y canciones africanas en el repertorio popular contemporáneo. Desde aquellos experimentos con sabor afro-latino que exploramos en un capítulo anterior, las músicas de África han ido tejiendo un campo de influencia en músicas como el jazz, el rock, el pop o la música clásica. Cada vez más y mejor es apreciado el poder evocador de las músicas africanas, su riqueza rítmica y su capacidad de adaptación a cualquier campo sonoro. Desde una descarga con raíces cubanas al nuevo hip hop que contagia calles en los cinco continentes. Ahí late África.

El músico francés Vincent Ségal y el tañedor malí de kora Ballaké Sissoko.
El músico francés Vincent Ségal y el tañedor malí de kora Ballaké Sissoko.

Con esta selección de Semilla Negra pretendemos repasar algunos de los episodios escritos por algunos músicos africanos en el terreno de los sonidos occidentales, ya sea a través de alianzas de intereses, versiones a lo africano o la presencia constante en los más importantes festivales de Europa y América. De ritmos foráneos adaptados a las cadencias musicales del centro de África a homenajes sentidos a importantes grupos o autores occidentales. Un recorrido por algunos de los proyectos con acento africano más interesantes que arranca precisamente con una curiosa adaptación de la canción Wake up dead man, de U2, en la voz de la cantante portuguesa de raíz mozambiqueña Maria João, interpretada a dúo con el pianista Mário Laginha para el álbum Undercolors.

Seis años después, en 2009, el chelista y contrabajista francés Vicent Segal y el tañedor malí de kora Ballaké Sissoko idearon Chamber music, quizá uno de los episodios de diálogo sonoro entre África y Europa de mayor enjundia en los últimos tiempos. Aromas clásicos europeos transportados al corazón de África (el disco se grabó en Bamako, en los estudios Mofffou propiedad de Salif Keita) sin retoques añadidos, apenas chelo y kora con apoyo de ngoni y balafón. Dos clásicos de África, la caboverdiana Cesaria Évora y el senegalés Ismaël Lô, se han convertido en clásicos mundiales con la ayuda del cine. La voz rota de la emperatriz de la morna sedujo al músico balcánico Goran Bregovic, que hizo una exepción en los sonidos de fanfarria del este para incluir Ausencia en la banda sonora de la película Underground, de Emir Kusturica. También el cine ayudó, y mucho, al reconocimiento de la música de Senegal: Pedro Almodóvar ambientó con Tajabone algunas escenas de su filme Todo sobre mi madre.

También escucharemos tres colaboraciones de altos vuelos entre músicos de África y reputados cantantes españoles, cubanos y norteamericanos. En 1988, casi sin saberlo, el productor español Mario Pacheco impulsó una combinación intrépida entre el flamenco y el folclor de Malí. Reunió en Madrid a los músicos de Ketama y al tañedor de kora Toumani Diabaté, quien por entonces era un desconocido fuera de África.

[quote]Con apoyo del bajista británico Danny Thompson se registró Songhai, que junto a su continuación grabada en 1994, se ganó un lugar entre los proyectos pioneros a la hora de unir música europea y africana. De ese álbum seleccionamos su pieza más emblemática, Vente pa´ Madrid. [/quote]

Mucho más tarde, otro productor audaz, el británico Nick Gold, asoció en 2002 para su discográfica World Circuit a la resucitada Orchestra Baobab, al añejo bolerista cubano Ibrahim Ferrer y al superhéroe senegalés Youssou N´Dour en una canción espléndida cantada en dos idiomas, Hommage a tonton Ferrer. Una de las últimas experiencias entre África y América vino protagonizada por la cantante de jazz Dee Bridgewater. En 2006 viajó a Malí para reunirse con el grupo Ngoni Bâ, liderado por el intérprete de ngoni Bassekou Kouyaté y la voz de Amy Sacko, y trabajar el repertorio del disco Red earth, que rescatamos en esta selección a través de una interpretación en directo de la gira del año 2007.

La música del senegalés Ismael Lö apareció en la película 'Todo sobre mi madre', de Pedro Almodóvar
La música del senegalés Ismael Lö apareció en la película 'Todo sobre mi madre', de Pedro Almodóvar

Aunque hay que recordar que quizá el primer reconocimiento internacional de la música africana está en su mezcolanza con los ritmos latinos. De esa época, desde los años 60 y 70, nos acercamos a la historia de la Star Band de Dakar, uno de los conjuntos pioneros de la música afrolatina en Senegal. Por sus filas pasaron el cantante gambiano Laba Sosseh, uno de los artistas africanos que mejor supo leer los ritmos caribeños más bailables, y el influyente saxofonista Dexter Johnson, aquí junto al violinista de origen cubano Alfredo de la Fé. Este mismo código sonoro se reprodujo con suma frecuencia en países occidentales de África. En Guinea Conakry, con Bembeya Jazz en una singular adaptación de la clásica guajira Guantanamera; y también en la República Democrática del Congo, donde la Orquesta Kinshasa (más conocida por su sociedad con el guitarrista Franco bajo el nombre de OK Jazz) se arrimó a veces al baile latino.

Y dedicamos el último tramo de Semilla Negra a algunos artistas africanos que han adaptado canciones más o menos clásicas del repertorio occidental. A clásico indiscutible huele la adaptación que la caboverdiana Mayra Andrade ha hecho de la canción francesa La javanaise, con emoción suficiente para estar a la altura del original de Serge Gainsbourg en 1962. Sunday bloody sunday, otro himno europeo, ahora en clave rock, formó parte del repertorio de U2 que un grupo de músicos africanos seleccionaron en 2008 para rendir homenaje al grupo irlandés. Junto al trío del guineano Ba Cissoko, el guitarrista malí Vieux Farka Touré eligió el blues eléctrico para redimensionar Bullet the blue sky y la cantante de Benin Angelique Kidjo adaptó la ondulante Mysterious ways. Y acabamos la excursión musical con un círculo que se cierra con Maria João en el que quizá haya sido su proyecto más ambicioso, Follow the songlines, junto al cantante belga David Linx y el pianista holandés Diederik Wissels al frente de la Orquesta Nacional de Oporto en un concierto grabado en Oporto en 2008.

Carlos Fuentes es el autor de Semilla Negra. Periodista y crítico musical, durante las últimas dos décadas ha publicado artículos, entrevistas y reportajes sobre las músicas africanas en periódicos nacionales y en revistas especializadas como Rockdelux o Serie B.

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