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BISO, la bienal africana consagrada únicamente a la escultura

BISO, la bienal africana consagrada únicamente a la escultura
Marabú. Marabout. Escultura de metal, alambre y material de reciclaje, 2020. Obra de Oumar Ball. Imagen: Catálogo de la exposición «Memorias en movimiento. Arte contemporáneo de Mauritania»
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Ana López García

Periodista freelance

El pájaro es mi refugio de libertad porque en la vida real, el ser humano, nunca ha sido libre. El ser humano está rodeado de muchas prohibiciones. Por eso lo interpreto mucho en mis obras, para darme una libertad que yo no tengo como ser humano

Del 8 de octubre al 6 de noviembre de 2021 tuvo lugar la segunda edición de la Bienal Internacional de Escultura de Uagadugú (BISO) en Burkina Faso. Este evento es el único dedicado cien por cien a la escultura africana en todo el continente.

La bienal es una iniciativa privada creada por Nyaba Ouedraogo, fotógrafo, y Christophe Person, promotor de la escena cultural africana. El objetivo es dar visibilidad internacional a los escultores del continente y promocionar la creación de esculturas en África. La primera edición tuvo lugar en 2019 con 14 participantes. En esta edición fueron elegidos 16 artistas provenientes de diferentes países de África como Túnez, Níger, Benín, etc., que trabajan materiales muy diferentes como la cerámica o el metal. Durante un mes, los participantes de la segunda edición fueron a Uagadugú para buscar los materiales que utilizaron para sus esculturas, crear su obra y conocer el país y sus artesanos. Además, Burkina Faso tiene una larga tradición en escultura de madera y de bronce, esta última se hace con moldes de cera derretida siguiendo una técnica tradicional. Las obras de la BISO se encuentran en el Instituto francés de Uagadugú y la visita es gratuita.

Por otro lado, fuera de competición, tiene lugar la BISO Off que cuenta con las obras de 124 artistas y que son expuestas en quince exposiciones diferentes en las dos principales ciudades de Burkina Faso: Uagadugú y Bobo Diolasso.

En 2021, la bienal exploró el tema de La Aventura ambigua, rindiendo homenaje a la obra del escritor senegalés Cheikh Hamidou Kane. En este libro, publicado en 1960, el autor describe la vida del joven Samba Diallo, quien se debate entre la espiritualidad que ha conocido en su infancia, en el país de los Diallobé, y el mundo occidental liberal al que emigra posteriormente. A través de este tema, la bienal propone sondear la complejidad de las identidades de África.

En esta edición, el ganador fue el mauritano Oumar Ball con su obra La Quimera. La Fundación Blachère compró la obra ganadora y será expuesta en 2022 en el pueblo de Apt, en Francia, donde se encuentra la fundación. Asimismo, Oumar Ball, junto con otros diez artistas, participa en la exposición de arte contemporáneo mauritano que organizan conjuntamente Casa África y Casa Árabe, desde el 25 de febrero de 2022, en Madrid. El autor tiene una larga trayectoria internacional como escultor y pintor y ha realizado exposiciones en países como Francia o Senegal.

Ball nació cerca de la frontera entre Mauritania y Senegal, al borde del río Senegal, el cual marca la frontera entre ambos países. Vivió su infancia en el pueblo de Bababé, en la región de Fouta Toroo. Se crió con su abuela, pero su padre fue quien le formó desde pequeño en las diferentes artes plásticas. La orilla del río Senegal, según el autor, está llena de vida. Las piraguas pasan de un lado a otro para transportar mercancías y pasajeros que se dirigen al país fronterizo. Para Oumar Ball, su pueblo, con sus habitantes, los niños que juegan en grupo, los animales que viven cerca de ellos y con ellos, son la principal inspiración de su obra.

Para el ganador del máximo galardón de la BISO, el animal es una metáfora de la condición humana y uno de los principales temas de sus obras.

Pregunta: Su obra La Quimera ha ganado el premio más importante de esta edición, cuyo tema principal es La aventura ambigua.

La hiena es un animal que me gusta desde mi infancia debido a mi abuela, quien me contaba muchas historias de animales. En esas historias, había siempre una hiena. La vida ha hecho que la hiena y el buitre sean dos de mis animales favoritos. Desafortunadamente, estos animales no son amigos. Viven y comparten el mismo territorio, pero no son para nada amigos. Con el concepto de la aventura ambigua, me sentí muy identificado y me dije: ¿por qué no recrear estos dos animales como si fueran una sola criatura? Es una especie de reconciliación entre ellos para compartir una aventura, una aventura ambigua. La vida misma es ambigua.

P: Para los bambara (etnia de África del Oeste), el buitre es un animal aéreo, divino, sagrado.

R: Sí, cada criatura en las culturas africanas representa algo. Para mí, el buitre, al ser un ave, es un símbolo de libertad, aunque sea un carroñero. Desde pequeño, para mí, el pájaro ha sido un símbolo de libertad. Por eso, esta obra es universal. Las aves migran, se desplazan de territorio en territorio. No tienen un lugar fijo.

Cuando hago una obra de arte, muestro lo que siento. Pero cuando acabo la obra y se expone, es como un buitre, hace su vida y vuela en el cielo a donde quiere. La obra está expuesta a todo el mundo y cada uno tiene su propia interpretación de la obra.

P: Mauritania es un país donde se pueden observar fácilmente aves que migran hacia el norte.

R: Sí, para mí, desde pequeño, es un símbolo de libertad. El pájaro es mi refugio de libertad porque en la vida real, el ser humano, nunca ha sido libre. El ser humano está rodeado de muchas prohibiciones. Por eso lo interpreto mucho en mis obras, para darme una libertad que yo no tengo como ser humano. Es una autoreivindicación de libertad.

P: ¿Cómo fue la experiencia de participar en la Bienal Internacional de Escultura en Uagadugú?

R: Estoy muy contento de haber participado porque he podido conocer a muchos artistas con disciplinas diferentes y, además, nos permite tener visibilidad. Antes estaba la Bienal de Dakar, pero nunca antes había habido una bienal en África dedicada solo a la escultura. Sin embargo, es una disciplina que siempre ha existido en el continente africano. Por ejemplo, yo desde pequeño hago esculturas porque mi padre me enseñaba cómo hacer esculturas y pequeños juguetes.

P: ¿Su padre era escultor?

R: Bueno, él hacía fotos en blanco y negro y cuando tenía tiempo pintaba, hacía esculturas. Mi madre hacía peinados tradicionales.

P: ¿Qué supone para usted ganar el premio más importante en escultura de África?

El hecho de ganar este premio me da ánimos para continuar trabajando. Como artista, me gusta mostrar a la gente que podemos crear durante mucho, mucho tiempo.

P: ¿Tiene algún nuevo proyecto entre manos después de haber ganado este importante premio?

R: Estoy montando un proyecto que voy a proponer para una residencia. Es un proyecto que da continuidad a la obra que he hecho en Uagadugú. Aún no sé qué galería aceptará este proyecto.

Artículo redactado por Ana López.

Nota: Este autor es uno de los artistas que participan en la exposición «Memorias en Movimiento. Arte contemporáneo de Mauritania», que actualmente se expone en la sede de Casa Árabe en Madrid. En mayo, esta obra se podrá visitar en la sede de Casa Árabe en Córdoba y, a partir de octubre de 2022, en la sede de Casa África.

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